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“SANTA CRUZ AÚN ES PRE-ADOLESCENTE” ROBERTO VALCARCEL octubre 7, 2008

Posted by Revista Vamos in Arte, Cultura.
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Roberto Valcárcel

Roberto Valcárcel

El libro que acaba de lanzar es una buena excusa para conversar con el artista Roberto Valcárcel. Su antología reúne sus obras en un lapso de 40 años. En esta charla, Valcárcel explica sus impresiones acerca de Santa Cruz de la Sierra, habla sobre su influencia en la producción artística actual y expone sus planes a futuro. Al finalizar, deja claro que los problemas, aún para las personas consagradas, no se acaban.

Roberto Valcárcel lo niega pero sabe, con certeza, que su obra ha marcado una época en la producción artística boliviana. Con más de 40 años de carrera, estudios en Alemania y una larga trayectoria de elogios, este artista paceño, residente en Santa Cruz y nacido en 1951 se constituye, en la actualidad, en el máximo referente de lo contemporáneo cruceño.

Este es un artista que juega y se divierta en su constante provocación. Una muestra de ello es el ‘currículum posibilitae’ que presenta en su libro de antología lanzado recientemente. Allí afirma que ‘un currículum no indica si el artista el buena persona o si es un tipo nefasto… si es rojo, verde o medias tintas, glotón, jovial, torpe, delicado, borracho o medias tintas’.

Texto: José Andrés Sánchez / Fotos: Andrés Unterladstaetter

Pasaste toda tu adolescencia en La Paz, estudiaste en Europa, volviste a Bolivia y de pronto, a mediados de los 80 decidiste venirte a la que entonces era la pequeña ciudad de Santa Cruz. ¿Por qué?

– Me llamaron muchos factores. La que inicialmente me contactó fue la Casa de la Cultura. En esa época Marcelo Araúz era el director y me invitó a dar unos cursos de creatividad. Convocó a la gente y tuvimos mucho éxito. Muchos de los participantes de estos cursos quedaron tan felices que me invitaron a quedarme, me consiguieron casa y trabajo, me garantizaron alumnos particulares, etcétera. A nivel laboral, esa fue la primera oferta que me hizo pensar en quedarme. Otro aspecto fue que en La Paz no me sentía a gusto. Tal vez por mi personalidad más perceptiva o sensible. Tal vez debido a una larga estadía en Europa, donde la gente no se agarra a patadas en las calles. Yo notaba que La Paz era una ciudad muy agresiva, había agresividad pasiva, una supuesta capa de educación en las secretarias, instituciones públicas, oficinas, etcétera, había eso de ‘permiso’, ‘disculpe usted’… pero en el tono de voz y las actitudes se percibía una actitud agresiva, atropelladora, negativa… Puede ser que yo esté enfermo de la mente y haya sido un rollo mío que necesita psicoanálisis, pero eso me hacía sentir incómodo allá. En La Paz tengo maravillosas amistades, gente de gran calidad humana, pero la ciudad como tal, como entorno, la sentía sumamente pesada y no me sentía integrado a esa sociedad cuando yo notaba, por debajo de la piel, la lucha de clases. Mientras que la percepción mía acerca de Santa Cruz era que la gente vivía y dejaba vivir, cada uno preocupado por sus asuntos, cada uno buscando progresar o divertirse, pero no preocupados por trancar al otro o poner zancadillas. En Santa Cruz sentí las cosas más livianas, simples y más agradable.

– Suena a paradoja, pero a pesar de ser paceño no te acostumbraste nunca a vivir allí

– Exacto. Ahora, eso de que La Paz en ese momento hubiera sido más atractiva para la vida de un artista es relativo. Yo llegaba de Europa y para mí La Paz o Santa Cruz eran igual de exóticas y tercer mundo. Era una aventura o posibilidad del lejano oeste.

– 23 años después, ¿seguís pensando lo mismo?

– Han cambiado muchas cosas, más que nada en Santa Cruz. He notado un cambio en ambas direcciones: para bien y para mal. En La Paz percibo mejoras pero las muchísimas veces que he ido no ha sucedido algo que me borre la imagen que tenía anteriormente. En Santa Cruz sí ha habido muchos cambios, a tal punto que se podría decir que tiene las desventajas de una ciudad chica y las desventajas de una ciudad grande también. Está a medias y eso hace 20 y tantos años no se imaginaba. Ahora yo creo que está en una etapa entre pre adolescente y madura, con una crisis generacional muy grande.

– Has forjado tu carrera acá y muchos te consideran, primero, como un artista cruceño y como uno de los grandes influyentes en el arte contemporáneo boliviano, ¿Cuánto influyes?

– Es difícil decirlo. Creo que una sola persona difícilmente puede generar cambios o transformar actitudes en la población en general. Quizá lo que ha sucedido es que el cambio del arte en Santa Cruz ya se venía, era inevitable, y por coincidencia me tocó vivir ese momento. Creo que se venía este cambio a través de artistas jóvenes que regresaban de otros lugares, a través del incremento en el acceso a la información, a través de aperturas de espacios muy importantes, como Arte Urbano. No es un individuo el que logra cosas, sino la suma de los factores. Quizá mi influencia ha sido impulsora, catalizadora, de apoyo a un cambio. Santa Cruz crecía como ciudad y tuvo canales de televisión y más empresas, etc. Claro, yo estaba acá metido, era una especie de constante, pero más como apoyo.

Respecto a ser considerado artista de Santa Cruz o no, en el arte eso es bastante común, a tal punto que un artista paraguayo gana bienales y representa a Bolivia en todos lados. Lo mismo sucede con Ejti Stih, que acaba siendo más camba que la yuca. En el arte fácilmente hay ese tipo de flexibilidad respecto a los lugares de proveniencia del artista. Es muy común escuchar: ese artista es búlgaro-francés, o brasilero-italiano. En el arte se tiene a la amplitud y el paso por distintas culturas es muy importante para el crecimiento de la obra.

– Hay unos cuantos nombres respectados en el arte contemporáneo boliviano, uno de ellos es el tuyo, ¿sos un un símbolo?

– No soy consciente de ser símbolo, en absoluto. No tengo pruebas o muestras de que eso sea así. Yo diría lo contrario. Creo que se me percibe nomás como tipo raro, provocativo, que hasta cierto grado no acaba de merecer el mote de ‘gran artista’. Yo creo que la gente me ve como excéntrico e histérico. No creo que sea símbolo, porque el símbolo está integrado a la sociedad. Yo siempre me considero al margen, periférico. No creo que esté inserto en la mente de las personas. Eso lo asumo como necesidad para ser artista, porque alguien que esté integrado se convertirá en un artista de la corte. Pero también reconozco que, en la historia del arte, hay periféricos que luego se convierten en símbolos… como sucedió con Dalí en España. En cualquier caso, mejor que no tome conciencia si es que soy símbolo, para no empezar a cuidar mis palabras.

– El libro puede ser una muestra de tu simbolismo. Tus impresiones acerca del libro, por favor

– Uno de los más halagadores comentarios que he recibido acerca del libro fue que un amigo, al que respeto mucho, me dijo que por fin entendía la coherencia de mi obra. Se percibe que hay una lógica en mi obra. Eso es muy halagador porque confirma que mis inquietudes artísticas van más allá de la coyuntura o ser un payaso o cualquier otro comentario que se ha hecho contra mi persona. Pero bueno, la intención del libro era acaparar en algo concentrado las facetas de mi trabajo, para tenerlo a mano. Es un placer físico y personal, mi principal objetivo.

– El libro está acompañado por escritos tuyos acerca del arte contemporáneo. Son artículos con un estilo muy atractivo y una picardía poco usual, ¿hace cuanto que escribís?

– Tengo cierta fluidez para escribir, lo sé, pero en ningún momento me he sentado a escribir por el placer de hacerlo en sí. Lo hago por necesidad urgente, por dar una charla, por dar un agradecimiento. Se trataban de circunstancias que requerían que plasme en papel algunas ideas mías. Escribo, seguramente, desde algunas primeras exposiciones en las que consideré importante acompañar la muestra con algún texto.

– ¿Qué estás preparando para el futuro?

– Llega un momento en la carrera de un artista en que, por más creativa que sea la persona, se va metiendo en una determinada inercia. Planes por el momento: cumplir con los compromisos de rutina. Una exposición en Santa Cruz, otra en La Paz, una salida al extranjero. Tal vez esa rutina me impida investigar o explorar más libremente algunos aspectos del arte. Muchas personas dicen que mi trabajo es libre y que hago lo que me da la gana. En realidad creo que mi trabajo está muy cargado de imágenes formales. Todo está demasiado bien hecho. Es mi formación arquitectónica la que me hace tener en cuenta el color, la combinación, etc. Estoy preocupado con aspectos estéticos y formales de los que me quiero liberar. Estoy en buen camino, pero aún no siento que haga lo que me da la gana. Por otra parte, los compromisos requieren cierta solidez profesional. Viendo el libro, las imágenes son preciosas, entonces, ¿dónde está el zafarrancho? Quiero romper eso, ser más provocativo. Al mismo tiempo, con la televisión que muestra cadáveres, tal vez sea una quimera romper la norma, porque los medios masivos ya quebraron todas las leyes, ya nadie se sorprende.

– Estás en un problema

– Si.

ALGUNAS IDEAS DEL ARTISTA

CREDO

Como no hay cultura, sino muchas y diversas culturas, llegamos a la conclusión de que la realidad no existe. Existen múltiples realidades dependiendo de la cultura y del lenguaje particular de cada persona. La realidad no existe, es una construcción. Una creación.

ARTE ES…

REFLEJAR LA REALIDAD (Entonces, la mejor obra de arte sería un espejo)

CREAR BELLEZA (No todo lo bello es arte. Además, ¿quién decide si algo es bello o no?)

CÓMO APRECIAR EL ARTE

1. No piense

2. No trate de entender nada

3. No consulte el catálogo de la exposición

4. Olvídese del mensaje y del significado

5. No use el título como muleta para entender

9. Olvídese de su supuesta ignorancia, de su presunta erudición

10. Es la obra frente a usted y usted frente a la obra. No hay cuentos ni explicaciones. No hay misterios ni secretos. Usted no es un especialista del arte, no necesita tanto bla, bla. Usted no vive de eso.

11. Simplemente mire

Comentarios»

1. Ceci - octubre 9, 2008

Qué hombre más divino. Me encantó su humildad! Y gracias por explicarme los pasos para poder apreciar el ARTE…. ahora sé que simplemente miraré sin necesidad de dar una opinion que posiblemente sea tonta! jeje!

2. Ahora Bolivia » Blog Archive » KIOSKO GALERÍA REPRESENTA AL ARTE BOLIVIANO EN BOGOTÁ - octubre 14, 2008

[…] mismo se encuentran en Bogotá obras de los artistas Roberto Valcárcel, Roberto Unterladstaetter, Rodrigo Rada, Raquel Schwartz y Alejandra […]

3. BIENAL DE ARQUITECTURA CONFRONTA UNA ‘VISIÓN CIUDAD’ « - noviembre 5, 2008

[…] de fotografía ‘Visión Ciudad’, de acuerdo al fallo del jurado conformado por el arquitecto Roberto Varcárcel, los reconocidos fotógrafos Andrés Unterladstaetter y Willy Kenning y un representante del Colegio […]

4. prisci.... - abril 6, 2009

me encanta

5. LAU Y YUYU - febrero 3, 2010

WE LOVE VALCARCEL!!!!!

6. CARLOS - julio 9, 2010

DEBERIAN EXISTIR MAS PERSONAS COMO VALCARCEL Y MENOS COMO LINERAS.

7. ulises - agosto 8, 2010

maestro valcarcel

8. diana - septiembre 19, 2010

:) desde que lo conoci a Roberto Valcarcel quede imprecionada si que es bueno en lo que dice y en lo que hace :)


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